Complejo
Cultural Universitario
Era
un día como cualquier otro, un lunes por la tarde, los rayos del sol indicaban que eran como la 1 o 2 de la tarde,
ya que estaba en su punto máximo de calor, mi mirada se perdía entre tantos
vidrios perfectamente lustrados, un señor con una playera negra con el escudo
de la BUAP al frente, era el encargado de darles brillo a aquellos enormes
vidrios.
En cada pisada, iba acompañada con
una cara de admiración pero también de curiosidad , por cada escultura que se
encontraba en el andador del Complejo Cultural , una enorme mariposa de múltiples
colores , los cuales iban desde un rosa
mexicano , amarillo , morado hasta verde
, en donde toda la gente que pasaba, se
quería retratar con semejante mariposa …
Dejando atrás tantos colores, llegue
hasta una fuente de color cobre, la cual daba la impresión de ser antigua, de un metal como si estuviera oxidado por el
paso del tiempo, pero lo que me sorprendió más fue que
en el centro, se encontraba una escultura de una mujer con la posición de
Diana “la cazadora” pero con una cola de
sirena.
La curiosidad se volvía apoderar de mí,
tratando de identificar a aquella mujer, cuando de repente un sonido interrumpió
mi concentración, aquel sonido provenía de notas de una guitarra… apresure el
paso para encontrar el lugar…
Era una mujer enfrente de un
micrófono, sentada en un banco de madera y de sus manos provenía las notas
musicales, sus manos se movían sin ninguna dificultad como si estuvieran en el
agua, se movían de forma muy fluida y sin ningún esfuerzo.
En pocos minutos, la gente empezó a
sentarse para deleitar su oído con la música clásica que emitía la mujer.
Cronista: Estefania Acevedo
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