Extraída de las
manos de los ángeles, por los arquitectos Francisco de Becerra y Juan de Cigorondo, en 1575 se
inició la construcción de la
catedral poblana,
satisfaciendo la necesidad de los habitantes de la ciudad quienes demandaban una catedral más
grande e imponente.
La leyenda cuenta que los ángeles bajaron del cielo armados con estacas,
cordeles y utensilios siguiendo una misión divina; subir la campana mayor de la
catedral y trazar
calles muy rectas esto con el fin de que los
vientos fríos del volcán la Malinche no dañaran a los futuros habitantes.
La construcción de la catedral está
dividida en una nave central, dos procesionales y dos capillas laterales, en
total sus dimensiones son de 50 x 98 metros. Cuenta con 39 bóvedas y dos
cúpulas que cubren sus gruesos muros.
La fachada con sus dos altas torres es de
estilo manierista, mientras que en el interior el decorado de la iglesia se ve
constituido por el estilo neoclásico y barroco propio de las grandes
construcciones de este siglo.
La catedral de Puebla contiene
piezas de gran valor artístico, no solo sus altares, también un conjunto de
pinturas, tallados y estructuras, donde se refleja la riqueza artística y
arquitectónica.
El exterior de la catedral está
integrado por el atrio mayor rodeado de un barandal y muros custodiados por
ángeles que provoca en el turista gran admiración, pero es el interior quien se
reserva a esplendidas críticas de la apreciación del arte novohispano.
Los puntos más importantes
de la catedral poblana donde es necesario concentrar atención son: el altar del
Perdón, las capillas, el coro, el ciprés, el retablo de los Reyes, la sacristía
y la capilla del Ochavo.
Cada fin de semana se hacen
visitas guiadas donde se explica todas las características de la catedral, se
integra a un grupo de personas que dan un recorrido por las instalaciones
mientras que el guía va explicando cada uno de los atrios de este lugar además
de contar la leyenda que da origen a este lugar mítico.
La catedral de Puebla es una de las
más grandes demostraciones de arte del siglo XVII. Sitio que no debe faltar en
el itinerario del turista y de los mismos poblanos que aprecian su ciudad
patrimonio cultural de la humanidad.
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