miércoles, 19 de octubre de 2011

De mochilazo en Puebla

Que chula es Puebla, que linda ,que linda, que chula es Puebla…



Que linda, que linda, que chula es Puebla… durante todo el recorrido escuche este tonito, una y otra vez, aunque para ser sincera era una combinación de español con inglés, de las pocas palabras que podía entender eran en inglés, pero la tonadita de la canción era la misma... that chula is Puebla.
            Era inevitable  no voltear a ver a aquellos hombres altos, cabello rubio alborotado por el aire, reunidos con los demás escuchando con gran atención todas las ordenes que les decía su guía turístico, fue muy fácil de reconocer a aquel señor, ya que la banderita que llevaba en la mano derecha se la pasaba moviendo de un lado a otro.
            Entre canciones combinadas con inglés y una banderita que tenía el poder de mover a la gran multitud de gringos a cualquier lado que el guía turístico quería, con tan solo un movimiento todos seguían la banderita de franjas blancas y rojas.
            Ya todos listos para iniciar el recorrido a la  “Casa del Alfeñique”, todos reunidos en la puerta principal, se integró al grupo un señor de camisa de rayas rojas, pantalón beige y un particular sombrero tipo zafarí que hacia juego con su pantalón, al percatarme de eso, me surgieron un sinfín de preguntas del ¿Porque utiliza sombrero en un lugar cerrado?
Dejando atrás su sombrero, me enfoque en cada palabra que pronunciaba su madura boca, y no solo a mí, logro atrapar mi atención, sino que también a los demás, con cada datos y fecha precisa de la construcción de la casa,  parecía un libro de historia en audio sin ninguna interrupción, incluso  que más asombrada con la gran capacidad de retención de información que tenía y que ponía a la práctica.
             Aunque su caminar era muy pausado, era perfecto para poder captar la información que nos emitía a todos los ahí presentes, uno de los datos que se me quedo perfectamente grabado y no fue por tener una gran memoria, sino porque el guía lo repetía una y otra vez la fecha de la construcción de la casa, que fue en 1791, la cual es estilo barroco de Antonio Santa María Icháurregui ,llamado alfeñique porque la decoración excéntrica de yeso aparenta ser un dulce de merengue, hecho de clara de huevo batido, azúcar y almendras.
Después de haber recorrido los dos pisos del museo, que se enfocan en la historia de la ciudad y después de tanta información en la cabeza, decidí ir a dar una vuelta por el zócalo. Claro sin dejar de tararear la canción de… 
Que chula es Puebla, que linda, que linda, que chula es Puebla…


Cronista: Estefania Acevedo

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